Promedia nuestro libro de Shemot. Y quienes pudimos sentir su recorrido, atentos al paso de cada semana y semana de la lectura de nuestra Torá, seguramente podremos entender ¡y cuánto! la elección de nuestro título para esta semana.

Nuestra perashá nos ofrece los detalles de una construcción singular que, más allá de sus materiales, tuvo en sus ejecutores una suerte de hombres inspirados no tan sólo en el arte sino en el mismísimo ‘espíritu de Santidad’ –Ruaj HaKodesh-, esencia del espacio y del tiempo que ese Santuario significaba.

“Vaiomer Moshé el Bené Israel: Reú, kará HaShem be-shem. Betsalel ben Uri ben Jur, le-maté Iehudá”. ‘Dijo entonces Moshé a los Hijos de Israel: ‘Ved que HaShem ha llamado por nombre. Betsalel, hijo de Uri, hijo de Jur, de la tribu de Iehudá’.

He aquí el artífice de la obra. Aquel sobre cuya inspiración recaerá la confección de cada uno de los elementos del ‘Mishcán’.Betsalel. Un hombre cuyo nombre es en sí mismo significativo. ‘Be-Tsel Kel’, algo así como ‘A la sombra de D´s’…

El artesano y su arte también forman parte de la obra del Creador. La Inspiración del Creador del Universo todo se hace presente también en esta hora donde todo el Universo cabrá en un pequeño Santuario. He aquí la maravilla que puede obrar el hombre, parece insinuarnos la Torá, cuando ese hombre tiene un por qué, lo suficientemente válido como para hallar el cómo…

Betsalel. Genio y figura parece anunciarnos nuestra perashá en la confección de aquel lugar ‘anhelado por D´s desde el mismo tiempo del Bereshit’, al decir del Midrash. ¿Cuáles son los motivos de su elección, nos preguntamos?

Tal vez nuestra respuesta anide en los contrastes de nuestro libro. En los antagonismos mismos de los hombres en su búsqueda de la Divinidad. O por el contrario, cuando cabe la desesperación y esa búsqueda desemboca en el desencuentro y la fatalidad.

¿A qué nos referimos específicamente? Mire querido lector: la semana que pasó, un pueblo parecía sucumbir ante el oro transformado en becerro. Pero no sólo la idolatría ocupaba en apariencia un lugar inapropiado. La violencia también.

No debemos olvidar un detalle, simple pero contundente: Moshé, al partir hacia el Monte Sinai para recibir las Tablas de la Ley, dijo claramente a su pueblo: “Mas a los ancianos les había dicho: ‘esperadnos aquí hasta que volvamos a vosotros. Y he aquí Aharón y Jur están con vosotros; quienquiera que tuviera alguna cuestión, acuda a ellos…”.

La decisión de Aharón en pedir objetos de oro al pueblo, en momentos que cundía la incertidumbre acerca de Moshé por un lado, y la violencia se extendía entre ellos, se debió a que Aharón ‘había visto a su sobrino Jur reprender al pueblo y morir víctima de su furia’…

Aquí tenemos a su nieto. El nieto de Jur, asesinado por la horda enardecida ante el oro y el becerro, será el orfebre –el artista del oro– para hacer del oro, un material consagrado a D´s.

Explican nuestros comentaristas que ‘Betsalel estuvo predestinado a su tarea gracias a la herencia natural que conservaba de sus antepasados. Jur, su abuelo paterno, murió víctima de su devoción incondicional a D´s, mientras se oponía al frenesí del pueblo que quería erigir un ídolo de metal. El alma del nieto, estaba animada del mismo fuego sagrado por la causa Divina. Este carácter entusiasta constituye con razón el rasgo sobresaliente de toda la tribu de Iehudá de donde provenía Jur.

El lado afectivo del temperamento de Betsalel se remontaba al linaje paterno, mientras que sus dones intelectuales venían del lado materno, de sus antepasados, a saber, Miriam, madre de Jur (Rashí)’.

He aquí la elocuencia del texto. Los motivos para que Betsalel alcance la dimensión de majestuosidad y grandeza en el seno del pueblo judío.

Por eso es que Moshé nos enseña en nuestra perashá que más allá de su elección como responsable de la obra, “Vaiemalé otó Ruaj Elokim. Be-jojmá, bitbuná u-be-dáat, u-be-jol melajá”. ‘Y le ha llenado del Espíritu de D´s, en lo relativo a sabiduría, e inteligencia y ciencia, y en toda labor…’.

‘Vaiemalé’, el verbo ‘malé’ escribe Maimónides, es una palabra homónima que también se emplea para designar la perfección y el más alto grado en el mérito. Según nuestros Sabios, reconocen en esta frase la fuente de la verdad según la cual el Eterno le otorga sabiduría a aquel que ya la posee. Y el Midrash ilustra esta afirmación con la siguiente parábola: “Cuando alguien va a comprar vino o miel o aceite donde un vendedor, éste, si es un hombre sagaz, sentirá el recipiente que se le da antes de llenarlo. Si él siente que el recipiente había tenido vino antes, le pondrá vino y lo mismo con la miel o el aceite. El Eterno también, ‘llena de espíritu Divino’ a aquel que El sabe que posee las facultades naturales” (Tanjuma).

Betsalelheredó de sus antepasados -más allá del temor a D´s, comienzo y final de la sabiduría- el don de la inteligencia, la piedad y la generosidad…

La miel y la espina están íntimamente conectadas. Miriam y Jur, madre e hijo, cantan desde su recuerdo bendito, una canción que se eleva para dar lugar al recinto más sagrado…

 

Rabbi Maarabi is the Chief Rtabbi of Uruguay
הרב מערבי הינו הרב הראשי של אורוגוואי